Esbozo de crítica a la noción aristotélica de potencia y acto

[PENDIENTE]

La noción aristotélica de potencia y acto, que Aristóteles plantea para describir el movimiento salvando el principio de no contradicción, es absurda, porque potencia y acto son abstracciones metafísicas del movimiento contradictorio real existente en las cosas. El principio de no contradicción, que es el fundamento de una tesis tal, es dogmático, no evidente, como pensaba Aristóteles.

Un árbol es arbol y al mismo tiempo no es árbol, es lo que es y lo que no es a la vez, porque el árbol no solo lo es él en su totalidad, sino que al tiempo lo son sus partes, de tal modo que ni lo uno ni lo otro pueden reducirse a ser el verdadero árbol. Solo se puede decir que el árbol es el árbol en su totalidad principalmente, pero no se puede decir que el árbol sea solamente el árbol en su totalidad, porque un árbol siempre se puede dividir en partes. Lo contrario es un absurdo. No obstante, las partes concretas son contingentes, ya que si bien las partes constituyen al árbol, no lo hacen, del mismo modo que las celulas constituyen a una persona pero no le hacen ser esa persona las partes son por lo tanto contingentes al todo. Por eso, además, el árbol es también lo que constantemente deja de ser. El árbol en su totalidad se mantiene como árbol porque ejerce actividad metabólica, porque genera energía y materia orgánica para su autoconservación.